La incompleta, verdadera y maravillosa historia del Primero de Mayo

El historiador marxista Peter Linebaugh
El historiador Peter Linebaugh (Fuente: El Viejo Topo).

AUTOR: Peter Linebaugh (Estados Unidos, 1943) es un historiador marxista (discípulo de E. P. Thompson), especialista en la historia de los comunes y las revoluciones atlánticas (The University of Toledo, Ohio).

Durante el Primero de Mayo, la antigua URSS sacaba a desfilar sus soldados y misiles. Por su parte, el Gobierno norteamericano ha venido refiriéndose a esta fecha como el «Día de la Lealtad», asociándolo también al militarismo. El verdadero significado del Primero de Mayo ha quedado oscurecido por la propaganda diseñada por ambos regímenes, pero la realidad resulta ser totalmente distinta: la historia de este día tiene un lado Verde y otro Rojo.

Bajo el arco iris, nuestra metodología debe ser colorida. El Verde guarda relación con la tierra y con todo lo que nace de la misma. El Rojo es nuestra relación con otras personas, y la sangre derramada de por medio. El Verde designa la vida y el trabajo necesario para la misma; el Rojo la muerte con más trabajo del requerido. El Verde es la apropiación natural; el Rojo la expropiación social. El Verde es agricultura y crianza; el Rojo proletarización y prostitución. El Verde es la actividad útil; el Rojo el sobreesfuerzo inútil. El Verde es la creación deseada; el Rojo la lucha de clases. El Primero de Mayo es ambos a la vez.

El Verde

Hubo un tiempo, mucho antes de que Weinberger bombardeara a los norteafricanos, antes de que el Banco de Boston blanqueara dinero o Reagan rindiera honores a los caídos de guerra nazis, en que la tierra estaba cubierta por una extensa alfombra de bosques. Aún en tiempos de César, una persona podía viajar a través de la floresta durante dos meses sin ver un solo resquicio de cielo. Los inmensos bosques de Europa, Asia, África y América proveían a la atmósfera de oxígeno, y a la tierra de nutrientes. Nuestros ancestros no tenían que trabajar hasta la muerte, lidiar con la flexibilidad de horarios o soportar una jornada de nueve a cinco. En efecto, los nativos americanos con los que el capitán John Smith se topó en 1606 solo trabajaban cuatro horas semanales. El origen del Primero de Mayo se encuentra en la Edad Histórica del Bosque.

En Europa, como en África, la gente honraba a los bosques de muchas maneras. Con el esplendor de los árboles en primavera se celebraba «el fructífero espíritu de la vegetación», por utilizar la frase del antropólogo J. G. Frazer. Se hacía en mayo, un mes antes bautizado «Maia» por la madre de todos los dioses, quien, según los antiguos griegos, dio a luz incluso a Zeus.

Calle de Santiago el Verde (Madrid)
Azulejo de la calle de Santiago el Verde (Madrid). Toma su nombre de la antigua ermita donde se celebraba la romería del 1 de mayo, que se hallaba en el Sotillo, célebre en las costumbres madrileñas del siglo XVII (Fuente: Por las calles de Madrid).

Los griegos tenían sus arboledas sagradas, los druidas su veneración por el roble, los romanos sus juegos en honor a Floralia. En Escocia los pastores formaban círculos y bailaban alrededor de hogueras. Los celtas encendían luces en lo alto de las montañas para honrar a su dios Beltane. En el Tirol, la gente dejaba ladrar a sus perros y hacía música con cacerolas y sartenes. En Escandinavia se encendían fuegos a la llegada de las brujas.

En todos estos lugares, la gente «hacía los mayos» yendo a los bosques, y se llevaba hojas, ramas y flores para decorar sus hogares y seres queridos con verdes guirnaldas. Al aire libre se representaba a personajes como «Santiago el Verde» (Jack-in-the-Green) o «la Reina de Mayo». También se plantaban árboles, se levantaban postes de mayo, se bailaba, se tocaba música, se bebía, se hacía el amor. El invierno había acabado, la primavera brotaba.

Juana colgando guirnaldas del Árbol de las Hadas Fuente: strangehistory.net
Juana colgando guirnaldas del Árbol de las Hadas (Fuente: strangehistory.net).

La historia de estas costumbres resulta compleja. Tomemos el ejemplo de Juana de Arco, quemada en mayo de 1431. Sus inquisidores creían que era una bruja. No lejos del lugar donde nació, según ella misma contó a sus jueces:

«Existe un árbol al que llaman el Árbol de las Damas —otros lo llaman el Árbol de las Hadas—. Se trata de un ejemplar hermoso, del que procede el palo de mayo. A menudo he salido a jugar con otras niñas para hacer guirnaldas en honor de Nuestra Señora de Domrémy. Otras veces he oído al anciano decir que las hadas frecuentan ese árbol».

En la acusación contra Juana, uno de los cargos fue el de vestirse como un hombre. El paganismo de la herejía de Juana tenía origen en el Paleolítico, cuando la religión era animista y la figura del chamán podía ser encarnada tanto por mujeres como por hombres.

El monoteísmo surgió a partir de los imperios mediterráneos. Incluso el poderoso Imperio romano tuvo que concertar acuerdos con sus conquistados y esclavizados (sincretismo). Mientras destruía algunas costumbres, se veía obligado a aceptar o transformar otras. Es por ello que hoy tenemos árboles de Navidad. El Primero de Mayo se convirtió en un día para honrar a los santos Felipe y Santiago, esclavos contrarios al Imperio. Santiago el Menor nunca bebía ni se afeitaba. Pasaba tanto tiempo rezando que le salieron enormes callos en las rodillas, asemejándose sus piernas a las de un camello. Felipe era un tipo perezoso. Cuando Jesús le dijo «Sígueme», Felipe intentó escabullirse alegando tener que asistir al funeral paterno, y aquella fue la excusa para que el hijo del carpintero pronunciara su célebre frase: «Dejad que los muertos entierren a sus muertos». Santiago fue apedreado hasta la muerte, y Felipe crucificado bocabajo. Su martirio nos lleva al lado Rojo de nuestra historia sin dejar de lado el Verde, pues el tulipán quedó dedicado a Felipe, y los acianos o azulejos a Santiago.

Los santos Felipe y Santiago, contrarios al Imperio romano.
Los santos Felipe y Santiago, contrarios al Imperio romano (Fuente: churchpop).

Los granjeros, trabajadores y peones que vivieron durante la Edad Media contaron con cientos de días dedicados a diversas festividades que contribuyeron a preservar estas tradiciones a pesar de los ataques a campesinos y brujas. Pese a todas sus complejidades, tanto si se observa como ritual sagrado o profano, cristiano o pagano, mágico o no, celebrado por gais o heterosexuales, con manos suaves o callosas, el Primero de Mayo se celebró siempre como un canto a la libertad y la fertilidad en todo el mundo. Esta es la parte Verde de la historia; fuera lo que fuese, no era momento de trabajar.

Portada de The Anatomy of Abuses (1583)
Portada de The Anatomy of Abuses (1583) (Fuente: British Library).

Es por ello que terminó siendo atacado por las autoridades. La represión había comenzado con la quema de mujeres y prosiguió cuando en el siglo XVI América fue «descubierta», dio inicio el tráfico de esclavos, así como las naciones-estado y la formación del capitalismo. En 1550 un acta del Parlamento demandaba que los postes de mayo fuesen destruidos y se ilegalizaran los juegos. En 1644 los puritanos ingleses abolieron completamente el Primero de Mayo. Para estos moralistas del trabajo, dicha festividad era ofensiva por su paganismo mundano. Philip Stubbs, por ejemplo, en The Anatomy of Abuses (1583), escribió sobre el Primero de Mayo:

«…y luego caen en el banquete y la fiesta, brincando y bailando por cuanto esta dura, como hacían las gentes bárbaras entregándose a sus ídolos».

Y cuando un puritano pronunciaba «pagano», sabemos que el genocidio no andaba muy lejos. De acuerdo al excelente pase de diapositivas que se hizo en la Sociedad Histórica Quincy, el 90 % de los habitantes originarios de Massachusetts, incluido el Jefe Chicabatat, murieron de varicela o viruela pocos años después de la llegada de los puritanos en 1619. Estos últimos también se mostraron en contra de la poco reprimida sexualidad de la que se solía hacer gala aquel día. Stubbs seguía:

«De las cuarenta, sesenta o centenar de doncellas que van al bosque, apenas una tercera parte regresa a casa tal cual salió de ella».

Los personajes de mayo en un grabado en un grabado de 1795
Algunos de los personajes de Mayo (Jack-in-the-Green y Queen of May) en un grabado de 1795 (Fuente: Wikipedia).

Pero la gente plantó cara a las represiones. A partir de entonces, llamaron a estas actividades «los Juegos de Robin Hood». Bailoteando con ramitos de espino blanco en los cabellos y campanillas tintineando en sus rodillas, los viejos personajes de Mayo se transformaron en una comunidad al margen de la ley conformada por Marians y Little Johns. El banquete de Mayo estaba presidido por el Señor del Desgobierno, el Rey de la Sinrazón o el Abad de la Desobediencia. Washington Irving escribiría más tarde que el sentimiento de la festividad «se había relajado gracias a las costumbres del beneficio y el comercio». Mientras el régimen del trabajo monótono iba imponiéndose, la gente resistió en preservar su día festivo. Así es como, en origen, comenzó el lado Rojo de la historia del Primero de Mayo. La lucha se trasladó al Massachusetts de 1626.

Thomas Morton de Merry Mount

Thomas Morton de Merrymount
Retrato de Thomas Morton (1579-1647) (Fuente: oldenwilde.org).

En 1625 el capitán Wollaston, Thomas Morton y otros treinta más zarparon desde Inglaterra para, meses después, atraídos por sus cedros rojos, acabar desembarcando en la bahía de Quincy. Un año después Wollaston, impaciente por hacer fortuna, se marchó a Virginia para alivio de todos. Thomas Morton se asentó entonces en Passonaggessit, lugar al que bautizó como Merry Mount (Monte Dichoso). Aquella tierra le parecía un auténtico «Paraíso»; tal como escribía, había:

«…aves salvajes en abundancia, peces en multitud; y además descubrí millones de tórtolas en las verdes ramas, que picoteaban las uvas gordas, maduras y apetecibles que sostenían árboles vigorosos, cuya fructífera carga hacía que sus ramas se inclinasen».

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Fuente: AncientLights.

El 1 de mayo de 1627, él y sus amigos indios, embriagados por el sonido de los tambores, levantaron un palo de mayo de 25 metros de altura, lo decoraron con lazos y clavaron las astas de un ciervo en su cima. Más tarde él mismo escribiría que armó «un palo de mayo por la festividad de Felipe y Santiago, y luego elaboramos un barril de excelente cerveza». Un Ganímedes entonó una canción bacanal. Morton agregó al poste los primeros versos escritos en Norteamérica, los cuales concluían así:

Con la proclamación de que el Primero de Mayo

se mantenga en Merry Mount como un día sagrado.

Los puritanos de Plymouth se oponían a esta celebración. Se referían como «ídolo» al palo de mayo, y a Merry Mount como «Monte Dagon» por el dios de los primeros imperialistas transoceánicos, los fenicios. Lo más probable, sin embargo, es que los imperialistas fueran más los puritanos que el propio Morton, quien trabajaba codo con codo con esclavos, siervos y nativos. Todos eran considerados iguales por «contrato social». Tal y como el gobernador Bradford escribía:

«…también levantaron un palo de mayo, bebieron y bailaron a su alrededor juntos durante muchos días, invitaron a las indias como sus consortes, con quienes danzaban, retozaban (cuales hadas, o mejor dicho, furias) y se entregaban a aún peores prácticas».

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Fuente: AncientLights.

Merry Mount se convirtió en un refugio para indios, descontentos, homosexuales, siervos huidos y, como el gobernador los llamaba, «toda la escoria del país». Cuando las autoridades le advirtieron de que sus acciones violaban la Proclamación Real, Morton replicó que «no había ley». Miles Standish, a quien Morton llamaba «el Lord Retaco», los atacó. El poste de mayo fue derribado. El asentamiento, quemado entero. Los bienes de Morton fueron confiscados; a él le colocaron unos grilletes en los tobillos y lo mandaron al ostracismo de vuelta a Inglaterra a bordo de un navío (el Regalo) con el coste, según se quejaron los propios puritanos, de 12 libras y 7 chelines. La coalición arcoíris de Merry Mount fue, por tanto, destruida (por el momento). Aquel mismo Merry Mount fue asociado más tarde con Anne Hutchinson, la célebre partera, espiritista y feminista; sin duda, no por casualidad. Su cuñado dirigía la capilla de Ease. Ella era de la idea de que Dios amaba a todos, independientemente de sus pecados. Dudaba que la autoridad de los puritanos pudiera dictar ley. Una estatua de Robert Burns en Quincy, cerca de Merry Mount, cita las siguientes palabras del poeta:

¡Un corte de mangas para aquellos protegidos por la ley!

¡La libertad es un banquete glorioso!

Como cobardes, erigieron tribunales

e iglesias para complacer al sacerdote.

El novelista Nathaniel Hawthorne
El novelista Nathaniel Hawthorne (1804-1864) escribió una historia corta dedicada a los sucesos de Merry Mount, de la que luego se haría una ópera (Fuente: What so proudly we hail).

Thomas Morton fue una espina en el costado de los puritanos de Plymouth y Boston porque tenía una visión alternativa de Massachusetts. Él se mostraba impresionado por su fertilidad, ellos por su escasez. Él trabó amistad con los indios, ellos se estremecían tan solo de pensarlo. Él se mostraba igualitario, ellos se consideraban «los Elegidos». Él liberó siervos, ellos vivían de estos. Él entregó armas a los indios, ellos las utilizaron en su contra. Para el literato Nathaniel Hawthorne, el destino de los asentamientos americanos se decidió en Merry Mount: representado como una lucha entre el júbilo y la tristeza, entre santurrones canosos y alegres pecadores, el verde y el hierro, que al final ganaron los puritanos, quedando el destino de América en manos de unos cantasalmos y especuladores de indios que no veían en el palo de mayo más que un poste al que azotar.

Unas partes del pasado viven mientras otras mueren. El cedro rojo que atrajo a Morton por vez primera a Merry Mount acabó derribado para levantar el patíbulo de 1898. Una sección del mismo, más de dos metros de tronco, se convirtió en amuleto de poder en 1919, cuando fue colocado al lado de la silla del alcalde del Ayuntamiento de Quincy. Aquellas personas interesadas pueden contemplarlo ahora en el Museo de Historia de la ciudad. Los árboles (vivos) han seguido creciendo de todos modos, a pesar del cierre de los astilleros.

El Rojo: Haymarket

La historia del moderno Primero de Mayo tiene su origen en 1886, en el corazón de las llanuras de Norteamérica, en Haymarket (Chicago). Su lado Rojo resulta mejor conocido que el Verde, porque fue realmente sangriento. Pero también hubo un lado Verde en aquella historia, aunque fuera el del reinado del dólar.

Plaza Haymarket
Folleto de la convocatoria para el mitin de la plaza Haymarket (Fuente: Socialist Worker).

Por supuesto, las praderas lucían bien verdes durante aquel mes de mayo. Aquella tierra virgen, oscura, desmigajada y mechada por agradable arena negra, era el producto de miles de años de humus y descomposición orgánica. Durante muchos siglos esta tierra fue cultivada por los nativos americanos de las llanuras. En este panorama, el hombre blanco emergió como los faraones y, en efecto, tal y como Abraham Lincoln lo expresó, dichas praderas fueron vistas como el «Egipto del Oeste».

La tierra fue mecanizada. Solo se podía obtener cierto excedente a costa de reducir el precio de producción del alimento. Las proteínas y vitaminas de aquel fértil terreno se extendieron por todo el mundo. Chicago fue la yugular. Cyrus McCormick empuñó el bisturí de cirujano. Sus cosechadoras mecanizadas recolectaron el grano y la hierba. Produjo 1500 cosechadoras en 1849; para 1884 ya estaba sacando al mercado unas 80 000. El 1 de mayo, el Sindicato Local de Trabajadores del Hierro se declaró en huelga, dando inicio a la movilización por la jornada de ocho horas.

Publicidad de la cosechadora McCormick
Publicidad de las cosechadoras McCormick, 1884 (Fuente: Wikipedia).

Se puso en marcha una transformación asombrosa: «Hasta siempre» al martillo y la hoz. «Adiós» a la horquilla de la guadaña. «Hasta la vista» al hombre del azadón de Emerson. Todos ellos quedaron convertidos en románticos artefactos de nostalgia. Comenzó el «hola» al vagabundo. El «sigue adelante» a los recios segadores. «Poneos en fila» a los peones. Aquellas fueron las nuevas órdenes de la civilización.

Miles de inmigrantes, muchos de ellos procedentes de Alemania, se desparramaron por Chicago tras la guerra civil americana. En 1855 la policía de la ciudad utilizó armas Gatling contra los trabajadores que protestaban por el cierre de las tabernas. En el Motín del Pan de 1872, la policía aporreó a la masa hambrienta en un túnel bajo el río. En la huelga ferroviaria de 1877, las tropas federales fueron lanzadas contra los trabajadores en la batalla del Viaducto. Aquellas tropas habían sido acuarteladas recientemente tras combatir a los sioux que mataron a Custer. A partir de entonces, los sioux vencidos solo pudieron «marcharse a la cima de la montaña y rogar por que les fuera concedida una visión». La agencia de detectives Pinkerton puso en práctica esas visiones instruyendo a la policía sobre cómo espiar y formar columnas de combatientes que pudiesen desplegar en las calles. Hace cien años, durante una huelga del tranvía, la policía emitía la orden de disparar a matar.

Tres jóvenes sioux en una fotografía de 1899 (Fuente: History.com).
Tres jóvenes sioux en una fotografía de 1899 (Fuente: History.com).

McCormick recortó gastos al 15 %. Su ratio de beneficio era del 71 %. En mayo de 1886, cuatro de los trabajadores a los que había echado fueron abatidos a tiros por la policía. Así es como este sujeto, cual parca, pudo mantener sus beneficios.

En 1886, el Primero de Mayo ya era un día señalado a nivel nacional, pues un par de años atrás la Federación de Sindicatos Organizados y Uniones Laborales de los Estados Unidos y Canadá «determinó que la jornada legal de trabajo sería de ocho horas, de este momento en adelante».

Cartel por la jornada de ocho horas
Cartel reivindicativo por la jornada de ocho horas (Fuente: AFSCM).

El 4 de mayo de 1886 varios miles de personas se reunieron cerca de la plaza de Haymarket para escuchar lo que el periodista August Spies tenía que decir acerca de los disparos en la fábrica McCormick. Albert Parsons, tipógrafo y líder sindical, habló inmediatamente después:

«¿Qué son el socialismo o el anarquismo? En pocas palabras, consisten en el derecho de los trabajadores al uso libre e igual de los medios de producción, y el derecho de aquellos que producen al disfrute del resultado de su trabajo».

Albert y Lucy Parsons
El combativo matrimonio Parsons (Albert y Lucy). El primero, huérfano, luchó en el bando confederado durante la guerra civil americana. Sin embargo, al tiempo que conocía a Lucy (esclava y mestiza afrohispana) se posicionó a favor de los derechos de los esclavos, llegando a sufrir linchamientos por parte del Ku Klux Klan. Albert y Lucy huyeron entonces a Chicago y se convirtieron en tenaces activistas obreros por la jornada de ocho horas. Tras la ejecución de su esposo, Lucy contribuyó decisivamente con sus viajes, charlas y conferencias públicas a recordar a los «Mártires de Chicago» e instaurar el Primero de Mayo como el Día de los Trabajadores (Fuente: Solidaridad.net).

Fue secundado por «el bueno de Sam» Fielden, quien de niño había trabajado en las fábricas textiles de Lancashire, Inglaterra; ahora era pastor metodista y activista laboral. Terminó de hablar hacia las diez y media de la noche. En ese momento, 176 policías cargaron contra la multitud. Una mano desconocida arrojó entre sus filas un cartucho de dinamita: era la primera vez que el invento de Alfred Nobel se empleaba en la lucha de clases.

Se desató entonces un infierno, hubo muchos muertos, y el resto es historia.

«Carguen primero y respeten la ley más tarde», fue la máxima del sheriff. Fue respetada religiosamente a lo largo y ancho del país. Los periódicos clamaron por sangre, se registraron hogares, y todo sospechoso fue sometido a «interrogatorio». En Chicago, ocho hombres fueron arrastrados a un juicio absurdo. Cuatro acabaron ahorcados en el llamado «Viernes Negro», el 11 de noviembre de 1887.

«Llegará el día en que nuestro silencio será más poderoso que las voces que hoy estranguláis», dijo Spies antes de asfixiarse.

Activistas del Partido Comunista de la India en las celebraciones del Primero de Mayo
Activistas del Partido Comunista de la India en las celebraciones del Primero de Mayo (CNN Travel)

NOTA: El artículo original en inglés se puede leer en ROAR Magazine (2016) a través del siguiente enlace. La traducción es mía.

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